Simbiosis y aceptación: las claves para ser un líder innovador
Matti Hemmi
CEO | Inknowation
“¡Jefe, lo que tú digas!”. ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase? Y no hablamos de la barra de un bar… Ser administrador de un grupo de personas en el trabajo no es una tarea fácil. Controlar y gestionar un equipo o un proyecto requiere de muchísimas aptitudes para evitar que nuestro trabajo se vaya al traste.
Ser un líder innovador, como explica Matti Hemmi, puede requerir muchas características personales y profesionales. Pero las principales, sin ninguna duda, son: “tener una actitud comprensiva y una mente abierta”, explica Hemmi.
La jerarquía laboral existe por naturaleza. Normalmente el que dirige el proyecto se encuentra “por encima” del resto de empleados. Este rol obliga al sujeto en cuestión a conocer qué están haciendo exactamente cada uno de sus compañeros, así como a controlar que los resultados sean favorables y profesionales. ¿Es esta persona un superhéroe o una superheroína?
No, y aquel jefe o coordinador que piense que “puede con todo” será un pésimo líder. Lo primero es partir de la base de que no somos perfectos. Podemos habernos especializado en un ámbito pero, para dirigir un proyecto, es necesario un equipo de personas especializadas en distintos entornos.
Y aquí es donde entra la simbiosis…
Se entiende por simbiosis la “asociación íntima de organismos de especies diferentes para beneficiarse mutuamente en su desarrollo vital”, pero en lenguaje empresarial lo traducimos como una “relación de ayuda o apoyo mutuo que se establece entre dos personas o entidades, especialmente cuando trabajan o realizan algo en común”.
Como buen líder tenemos que tener en cuenta que no somos omnipotentes, por ello tenemos que intentar reunir un equipo de personas que sepa realizar actividades que nosotros desconozcamos. Esto facilita el trabajo en equipo y fomenta la humildad y el respeto en el ambiente de trabajo.
Además, como buen líder, “tenemos que tener una actitud limpia de juicios y estereotipos”, reitera Hemmi. Como coordinadores nos enfrentaremos a muchas propuestas, miles de maneras de proceder e, incluso, ideas muy locas que tenemos que gestionar… Habrá que tomar decisiones y desechar posibilidades. Y tendremos que hacerlo con inteligencia y cuidado.
Escuchando y conversando conseguiremos un buen liderazgo, la actitud comprensiva es lo más importante que debe demostrar un jefe. Y es que la idea de que, “si tú estás bien, yo estoy bien” es básica dentro del ámbito laboral y debe estar tatuada (metafóricamente) dentro del cerebro de todo líder o gestor empresarial.