Menos recursos, más valor
Para conseguir una producción realmente eficiente no basta con considerar únicamente la eficiencia energética o limitarse tan solo a la técnica de las máquinas, sino más bien considerar toda la cadena de creación de valor y todos los recursos que influyen en ella: desde el diseño del producto hasta la planificación de la producción.
Cada una de las áreas implicadas ofrece potenciales para reducir los costes por unidad de forma duradera, por ejemplo, reduciendo factores como consumo energético, utilización de material, personal, tiempos de procesamiento, pasos de fabricación, tiempos de parada y producción de piezas no aptas. Sin embargo, no existe la solución ideal, sino que cada empresa debe encontrar aquí su propio camino.