Conexión emocional y realidad virtual
José Barros
CEO | PixelPunk
La transformación digital de las empresas es, a día de hoy, uno de los motores de cambio del sector. Y cuando se habla de transformación digital se habla cada vez más –sobre todo en los últimos tiempos- de realidad virtual. Los intentos por normalizar esta tecnología van dando sus frutos y cada vez son más las compañías que la incluyen en su estrategia para mostrar los productos y servicios a través de aplicaciones, sistemas, programas etc.
Esta herramienta permite presentar los productos de una forma realista, el cliente vive en primera persona una experiencia, se mete en el ambiente, se transporta al lugar y disfruta de ese producto o servicio como si lo tuviese en sus propias manos o estuviese en ese lugar, independientemente de cómo sea: de su tamaño, dimensión, peso… Así que, no es de extrañar que cada vez sea más habitual que las empresas apuesten por la realidad virtual en sus estrategias con el fin de ofrecer algo nuevo, diferente, original, atractivo y, por supuesto, orientado al consumo. Y es que, según expertos del sector, esa sensación se transforma en venta casi segura porque todas estas características tienen una carga emocional considerable que repercute en la compra. Aseguran, además, que la realidad virtual despierta el sentido emocional y la confianza del cliente porque consigue identificarse más con el producto y la marca y eso provoca que la venta se materialice más fácil que si se presenta de un modo tradicional. Otra de las ventajas: el recuerdo, que permanece mucho más tiempo en el cliente.
Ha cambiado la forma de ofrecer los productos y también la de consumir. El usuario es más exigente que antes. Quiere tener la posibilidad de ver, vivir y conocer de una forma real e interactiva ese producto que posteriormente va a adquirir. Por ejemplo, ya no busca que le muestren un viaje idílico por playas paradisíacas a través de un vídeo o un catálogo, quiere sentir esa experiencia y sentir que está en ese viaje. O ver con sus propios ojos cómo le quedaría un determinado producto, es decir, que la información sea más completa y sentirse involucrado en esa experiencia.