¿Cómo comprometo a mi equipo?
Eugenio de Andrés
Socio - Director | Tatum
Parece fácil, pero no lo es. Los departamentos de Recursos Humanos de las grandes empresas se encuentran con respuestas negativas en las encuestas de clima que realizan a sus empleados, la mayoría de las veces, los cuestionarios anónimos siempre desvelan una gran falta de motivación y las causas suelen coincidir y no son salariales, sino emocionales.
Cuando se reduce el número de empleados, debería ser más fácil. Pero en la pyme también se reproducen situaciones similares a la gran empresa, en estos casos, la falta de comunicación suele ser la causa principal. Entonces, ¿cuáles son las claves para tener equipos comprometidos en la pyme?
Claves
Para motivar al equipo necesitamos una premisa fundamental: el empleado debe ser bueno en su trabajo. Esta premisa le otorga la confianza que necesita para desarrollar su tarea. Sin presiones, sin control excesivo, puesto que el profesional está cualificado y el responsable delega y confía en él. Si esta situación que entendemos como de partida, no se cumple, ya partimos en desventaja.
Otra de las claves es conceder autonomía al trabajador. En una pyme es fácil. El trabajo suele superar el nº de manos ejecutoras por lo que será el propio trabajador el que asuma de entrada que los responsables tienen muchas más tareas que realizar y pocas horas del día para supervisar, y casi, desde el primero hasta el último empleado trabajará con libertad e independencia.
Las razones que más nos motivan en la vida suelen ser siempre trascendentales. Si lo aplicamos al trabajo, éste ha de cobrar un sentido, es decir, los trabajadores más satisfechos con su puesto de trabajo son aquellos que conocen bien cuál es su aportación a la empresa, y que los logros de ésta son también gracias a su contribución, por lo tanto son sus logros. Como responsables debemos entender la importancia de este punto, y transmitírselo a todos los eslabones de la cadena, también a aquellos que no tienen un trabajo visible, estos, si cabe, son los que más lo necesitan.
Y por último, y no menos importante, la diversión. Al fin y al cabo, pasamos muchas horas de nuestra vida en el trabajo, por lo tanto, hay que celebrar cada éxito, cada consecución de objetivos, cada pequeño paso que se da en el camino. Al fin y al cabo, somos seres sociales, seámoslo también con nuestro equipo.