Qué es la curiosidad contrafactual y por qué nos obsesionamos por ella
¿Cada vez que tomas unas decisión piensas a menudo en que hubiera pasado si hubieras escogido la otra opción? A este fenómeno se le conoce como ‘curiosidad contrafactual’, es decir, obsesionarse con lo que podría haber sido.
|
La toma de decisiones es algo a lo que nos debemos enfrentar desde muy pequeños. A partir de ahí, durante el resto de nuestra vida siempre tendremos que elegir una alternativa y seguir adelante. Las decisiones son tantas y tan continuas, que muchas veces no nos damos cuenta de lo numerosas que son. Desde lo más sencillo: ¿Voy al trabajo en coche o transporte público? ¿Tomo este camino o escojo otro? ¿Debo comer esto o mejor aquello?… Hasta cuestiones más complicadas: ¿Cuáles son los objetivos a los que quiero llegar con mi empresa? ¿Cuáles son mis metas? ¿Priorizo este trabajo o este otro? ¿Consigo financiación de esta manera o de aquella?…
Aunque las decisiones forman parte de nuestro día a día, no debemos olvidar el esfuerzo mental que supone para nosotros escoger una alternativa. Y más todavía si cada vez que lo hacemos, nos machacamos mentalmente pensando qué habría pasado si hubiésemos elegido otra. Esta conducta nos puede parecer bastante irracional, pero lo cierto es que es algo muy normal que nos ocurre a los seres humanos. No nos basta con tener en la cabeza mil cosas y no parar en ningún momento, también nos machacamos pensando en las otras posibles realidades que habrían existido si hubiésemos escogido otra opción.
A este fenómeno se le conoce como ‘curiosidad contrafactual’, es decir, obsesionarse con lo que podría haber sido.
Todos pecamos de curiosos
Recientemente, un estudio de la Universidad de Reading, en Reino Unido, ha analizado hasta qué punto nos atrae esta conducta. Y sorprendentemente, nos llama mucho más de lo que pensamos.
Los investigadores realizaron pruebas a más de 400 personas, midiendo su atracción al riesgo. ¿Cómo? A través de un juego de ordenador en el que, al presionar una tecla un globo se hincha y cuanto más consigas hinchar dicho globo, mayor recompensa te llevas. El riesgo estaba en el momento en el que el objeto estallaba. Si lo hacía, los participantes perdían toda la recompensa automáticamente.
A todos los individuos se les permitió realizar varias pruebas. Por lo general, en un primer momento los voluntarios inflaban el globo medianamente poco, por miedo a que estallase. Una vez elegían no seguir inflando el objeto, les daban la opción conocer hasta dónde podrían haber llegado. La amplia mayoría quería saberlo, ‘¿Qué hubiera pasado si…?’. Y absolutamente todos los investigados, al ver que el globo podría haber crecido bastante más, reconocieron sentirse muy tristes.
¿Por qué nos comportamos así?
Aunque en un primer momento nos pueda parecer que esta conducta sólo sirve para martirizarnos, lo cierto es que tiene muchos aspectos positivos. El primero de ellos, es que este “arrepentimiento” que nos produce el saber que no hemos tomado la decisión correcta, sólo nos sirve para motivarnos más y llegar más lejos en el siguiente intento.
Con respecto a la investigación anterior del globo, la Universidad de Illinois destacó que la mayoría de las personas investigadas, decidieron inflar el globo todavía más en las siguientes oportunidades. De algún modo, el conocer la otra alternativa y arrepentirnos en dicho momento, nos sirve como motivación a largo plazo. Las próximas veces que nos volvamos a encontrar ante un problema similar en el que deberemos escoger, arriesgaremos más y querremos llegar más lejos.
Además, la curiosidad contrafactual también nos ayuda en momentos muy duros, como los que estamos viviendo actualmente, durante la pandemia. Esto es porque nos permite regular las emociones y desarrollar nuestra resistencia contra las desgracias. Digamos que, de algún modo, sirve para consolarnos y pensar que podríamos haber estado en una situación mucho peor.
Por ejemplo, a pesar de lo duro que está siendo sacar adelante a las empresas y las condiciones tan difíciles a las que nos debemos enfrentar, de algún modo nos consolamos a nosotros mismos siendo conscientes de lo afortunados que somos y lo agradecidos que estamos en estos tiempos en los que la otra alternativa a nuestras condiciones, es la quiebra de nuestra empresa.
Así que si nos paramos a pensar en el ‘Qué pudiera haber sido…’ y la curiosidad contrafactual llama a nuestra puerta, que solo sea para motivarnos más, visualizar nuestros objetivos y ayudarnos a alcanzar nuestra meta.