Nadie hablará de las Marcas…
Las marcas necesitan estar en las conversaciones, tener un propósito… Tras esta crisis habrá un antes y un después en las marcas.
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¿Dónde estaréis cuando todo esto pase? ¿Qué recuerdo tendrán tus clientes de ti? ¿Quién hablará de vuestras Marcas?
Posiblemente las respuestas a estas preguntas sean algo del tipo: nadie, ninguno, nada, muertas…
Esta debacle de las marcas, no hablo de las empresas, ni de sus productos ni sus negocios, hablo estrictamente de las marcas, tendrá su origen en la falta de sensibilidad, en la ausencia de empatía, en la poca perspectiva para ser capaces de mirar en vuestro interior y daros cuenta de que hasta ahora os faltaba lo más importante que debe tener una marca, lo único verdaderamente de valor que diferencia, sostiene y hace permanecer eternamente a una marca en la mente de los consumidores, más allá de la supervivencia del negocio: el Propósito.
Nadie hablará de vosotras porque a nadie le habéis interesado de verdad, solo se han interesado por vuestras ofertas, vuestros productos e incluso por vuestra calidad o por lo que representabais (nunca por lo que erais), pero en ningún momento se han interesado por vosotros. De la misma manera que vosotros jamás os habéis interesado por ellos, para vosotros solo eran números, leads de una base de datos, o incluso dibujitos de un “buyer persona” para todos los que os habéis creído modernos y “muy customer centrics”.
Nadie Hablará de tu Marca, porque nunca habéis formado parte de su conversación, nunca han tenido un porqué, ni una razón que les uniese a vosotros. Solo sois un logo que aparece en sus camisetas, en sus cajas o en pegatinas, un logo, un dibujo hueco de valor, hueco de empatía, hueco de Propósito.
Vuelve a mi mente una y otra vez el Manifiesto Cluetrain que tanto valor ha alcanzado con el tiempo. Quiero cerrar este post con algunas de sus claves, para que reflexiones, para que entiendas que todo ha cambiado y sobre todo para que iniciemos un nuevo camino:
1.- Los mercados son conversaciones
2.- Los mercados los forman seres humanos, no sectores demográficos.
3.- Las conversaciones se realizan entre humanos
4.-La hiperconectividad socava las jerarquías
5.- NO hay secretos
6.- La voz homogeneizada, la misión de las compañías suena rebuscado, artificial, de otro siglo
7.-Las compañías necesitan bajar de su pedestal y hablar a la gente
8.- Las compañías que no pertenezcan a una comunidad de diálogo morirán
9.- Existen dos conversaciones. Una se produce dentro de la empresa, la otra, la de verdad está en el mercado
10.- Las empresas que no juegan un papel en este mundo, tampoco tienen futuro
¿Catastrofista? ¿Irreal? ¿Utópico? Quizás, pero creo que es un gran faro que puede iluminarnos en esta “noche escura” como dijo el místico San Juan de la Cruz en sus poemas.
Termino con la clave 95 y última del Manifiesto, no porque sea la última, sino porque desde mi punto de vista puede suponer el claim de una generación, de una tribu, de un movimiento, en definitiva, de una revolución:
95.- Estamos Despertando, Estamos Conectados, Estamos Observando, pero No Estamos Esperando