¿Sueñan los maniquís con escaparates digitales?
Hoy, ese mundo soñado por Scott se ha visto sobrepasado por las posibilidades que la cartelería digital ofrece a los retailers.
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Ridley Scot se planteó una pregunta parecida cuando se imaginaba el futuro 4 décadas más tarde en su película de culto Blade Runner. Con esta premisa ideó un futuro en el que la digitalización era la reina de las ciudades y en las que los seres humanos se confundían con robots tan desarrollados que se necesitaba un test para identificarlos.
En las escenas de aquella mítica película ya se veía cómo los edificios, bares y tiendas estaban inundados por pantallas en las que se anunciaban fantásticos apartamentos en Marte y una vida mejor en otro plantea de la mano de la sempiterna marca de refrescos…
Hoy, ese mundo soñado por Scott se ha visto sobrepasado por las posibilidades que la cartelería digital ofrece a los retailers. Cada vez son más los comercios, restaurantes y hoteles emplean esta tecnología tanto en sus escaparates como dentro de las propios locales, son la mejor manera de captar la atención de los clientes y ofrecerles información puntual, complementaria, sin la necesidad de recurrir a métodos más costosos y difíciles de controlar.
Hacia los escaparates digitales
Hoy en día, las soluciones de cartelería digital suponen un valor a los contenidos ofrecidos sobre los productos, una extensión de los etiquetados y un sinfín de información colateral que contribuye a mejorar la experiencia de compra de los consumidores, así como argumentar su decisión de compra.
Las pantallas forman parte de nuestra vida cotidiana y su aplicación al retail ofrece un mundo de posibilidades con nuestros clientes, que pueden ver en ellas una continuación de su experiencia móvil y un vínculo entre los contenidos que son expuestos y su acción de compra.
Los retailers deben cambiar su forma de entender la experiencia de cliente si no quieren que, como el final de la película de Scott, sus comercios pasen desapercibidos…”como lágrimas en la lluvia…”