La felicidad 4.0 es más que la Felicidad 1.0
Tras mucho tiempo buscando la felicidad en los lugares equivocados, al fin he descubierto que las “cosas que importan” están más cerca de lo que pensaba.
|
Por fin, puedo decir que he descubierto la clave para la felicidad, la felicidad con MAYÚSCULAS, la felicidad plena y sin billete de vuelta. Como dice el cantante, “la felicidad te llega cuando menos te lo esperas” y así fue.
Llevo más de 15 años leyendo libros de autoayuda (inconfesable pero cierto), de esos que prometen alcanzar la felicidad en “Cuatro Fáciles Pasos”, “Ser feliz es fácil si sabes cómo”. Libros en los que me obligaban a comer semillas, respirar profundamente antes de irme a dormir, meditar, abrazar árboles y piedras,… en definitiva, un sinfín de triquiñuelas que si las cumplía con dedicación y esmero, la vida, mi vida, se tornaría en un mar de risas, alegrías y buenrollismo total, aunque cada mañana estuviese metido en el mismo atasco, sufriendo por llegar temprano a la reunión de los lunes o para escuchar las quejas de los clientes porque cada día les gustan menos nuestros productos.
Este descubrimiento llegó a mis manos justo cuando estaba mirando la web de Amazon, “scrolleando” por el apartado de libros de autoayuda (sí, una vez más). En ese desenfreno de “ver todo”, mis ojos se quedaron pegados ante el título de un libro “Menos Cosas, Más Felicidad”. Como todo comprador on line “nivel pro”, clickee sin pensar en “Echa un vistazo” y leí la trama y algunas frases que destacaba el autor: “No acumules cosas…” “Las cosas encadenan las emociones…” “Despréndete de todas tus cosas y comprobarás que no las necesitas para ser feliz…”. A continuación, siguiendo mi instinto digital, pulsé en “ver valoraciones”. Casi 200 comentarios (acostumbro a leerlos todos de manera compulsiva) que agradecían al autor, comentaban lo bueno que era el libro, los problemas que les había quitado de encima y un largo etcétera, lleno de faltas de ortografía, perfiles falsos y emoticonos que dejaban entrever la falsedad de cada entrada. Según leía, mi pulso se aceleraba, era consciente que todo aquello era falso, estaba descubriendo el secreto, me estaba acercando al Santo Grial, lo notaba,… mi felicidad, la felicidad del ser humano no radica en desprendernos de las cosas, la verdadera felicidad está en tener muchas cosas pero todas ellas conectadas.
Este es el secreto, conectar las cosas y que interactúen entre ellas, conectarlo todo para que las cosas hablen entre ellas, solucionen problemas, me liberen de tareas que no me gusta hacer, cuiden de mi, de mi salud, de mi planeta. Que me ayuden a crear productos y experiencias para mis clientes, que les vuelvan locos y quieran comprarlos sin parar.
Esto para mi es la felicidad, la felicidad 4.0, la felicidad que me pueden dar las cosas cuando están conectadas. La felicidad de tenerlo todo, pero todo conectado.
Ya no quiero más libros de autoayuda, quiero conocer cómo el Internet de las Cosas llega a mi vida, a mi trabajo y cómo es capaz de abrirme un mundo lleno de posibilidades, un mundo de felicidad 4.0.
Dicen que, “Little Things Matter” o lo que es lo mismo, “las pequeñas cosas son las que de verdad importan”, sea cierta o no esta afirmación, lo que nos queda claro es que El Internet de las Cosas ha llegado para quedarse, transformar nuestra realidad para mejorarla…porque en definitiva, nos merecemos ser felices, ¿no?.