La falta de control sobre los datos el mayor aliado del COVID-19
Después de ver el espectacular baile de cifras en relación con la pandemia provocada por el COVID-19, en las Pymes, estamos en una encrucijada parecida, ¿conocemos bien los datos para la toma de decisiones ante esta crisis?
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En febrero de 2018, coincidiendo con el veinte aniversario de la publicación del best seller de Spencer Johnson, ¿Quién se ha llevado mi queso?, publiqué en La Neurona, esta breve entrada bajo el título “quién se ha llevado mi dato”.
Después de ver el espectacular baile de cifras con la que nos levantamos todos las mañanas en relación con la pandemia provocada por el COVID-19, ha llegado a mi cabeza la mezcla de esta entrada con noticias como que Google y Apple se han unido para rastrear el coronavirus.
Si hace ya dos años anticipé que las Pymes tendrían que adaptarse a esa nueva era en el que el dato tendrá mayor valor que el petróleo, el oro u otras materias primas, ahora no se me quita de la cabeza el tiempo que la humanidad está perdiendo en darse cuenta, que llenar los tanques de gasolina de nuestros vehículos o comprar en una joya en cualquier tienda de la milla de oro en la calle Serrano de Madrid, depende de que podamos tener la libertad de movimientos, esa libertad que esta crisis sanitaria nos ha robado.
Sin datos fiables
Mi sentimiento que es que la mayoría de los gobiernos de los países desarrollados y no digamos en los países pobres, están dando palos de ciego de manera constante en esta crisis y los dan principalmente por no tener la fiabilidad necesaria en los datos para gestionar esta pandemia. Ese dato, que algunos pensábamos que sería el oro y el petróleo de este siglo, ha sido menospreciado.
Han pasado ya dos décadas de este siglo en los que grandes expertos a nivel mundial hablaban del Big Data, como fuente de nuestro desarrollo y prosperidad. Los políticos menospreciaban esta idea, importándoles más tener el control sobre el precio del valor del crudo o sobre el control del comercio internacional y ahora, se están dando cuenta del gran error que cometieron y recurren a Google, Apple y a las empresas de telecomunicaciones que se preocuparon de gestionar los datos.
Gestión a ciegas
Gestionar esta crisis sanitaria a ciegas es el mayor reproche que podemos hacer a nuestros gobernantes. En España hay 17 fuentes de datos de salud distintas, una por cada Comunidad Autónoma, sin una homogeneidad en la estructura de estos datos, con unos sistemas de información dispares y unos métodos de captación de datos unilaterales. Cuando se habla de descentralización, podrán existir detractores y partidarios. Cuando hablamos de descentralización de la gestión de la información de la salud, solo podemos hablar de sensatos o estúpidos.
No sabemos cuántas pruebas PCR diarias se hacen en nuestro país y cuántas en cada Comunidad Autónoma. No conocemos fielmente el número de test rápidos que se realizan al día en cada Comunidad, ni su suma agregada a nivel estatal. Sabemos el número de casos que entran en esas estadísticas como positivos nada más, pero no sabemos sobre qué número de muestra. No sabemos el número real de ingresos en hospitales en tiempo real en cada Comunidad, ni conocemos de esos cuántos ingresan diariamente en UCI, en algunas Comunidades los datos se facilitan en sumatorio, otras por UCI´s ocupadas en ese momento. Conocemos el número de fallecidos totales, pero desconocemos el número de días que han pasado en UCI o si provienen de ellas, o incluso qué número de fallecidos provienen de residencias sin cuantificar como infectados. Ya no digamos conocer el número de asintomáticos que han pasado la pandemia.
Descetralización y caos estadístico
¿Quién es el valiente que se atrevería a gestionar y planificar medidas sin conocer los datos en los que se deben de basar las mismas? La política, ese absurdo virus que ataca al sentido común del ser humano, se ha basado en estos años en la confrontación de lo “Público” contra lo “Privado”, de los “Recortes” contra la “Inversión” pero, ¿alguien se paró a pensar en la deficiencia del origen del modelo? La descentralización ha provocado un caos estadístico y de gestión de datos que nos ha llevado ahora a esta situación. ¿Seremos capaces de aprender algo de esta pandemia?
En las Pymes, estamos en una encrucijada parecida, ¿conocemos bien los datos para la toma de decisiones ante esta crisis? Nos tenemos que enfrentar a una reconstrucción de nuestros presupuestos, a realizar distintos escenarios de previsiones de ventas en función del tiempo de recuperación de los mercados, a una reflexión sobre cómo aminorar nuestros costes en estos meses y cómo reflejar datos numéricos basados en estas medidas y los distintos supuestos. ¿Tenemos también 17 fuentes?
El dato, fuente de información para la toma de decisiones
Espero, que después de esta crisis, alguien se dé cuenta que el dato es el petróleo y el oro de nuestra sanidad, al igual que los héroes son nuestros sanitarios. Que no se confunda el foco de la discusión, no hay lugar, la defensa de la sanidad pública y de sus necesidades de inversión no es patrimonio de nadie, es el patrimonio de todos. Lo verdaderamente importante es una centralización de los datos estadísticos de salud de todos los ciudadanos españoles, que tendrán que ser el elemento definitorio para gestionar cualquier posible situación como esta, que se dé en un futuro próximo o lejano.
Espero también, que nuestras Pymes ante esta situación también se den cuenta de algo. El dato es su fuente de información para la toma de decisiones. Tenemos que poner en valor los sistemas de información, las Pymes que nos facilitan el control de los datos y el acceso a ellos. Tendremos que invertir, como deberá hacerlo la sanidad, pero estaremos también más preparados para la siguiente.