El gladiador ante el nuevo paradigma
La realidad nos ha hecho parar. Es el momento perfecto para ilusionarnos ante los cambios inminentes, depende de nosotros cómo va a ser el nuevo mundo.
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Hace mucho tiempo que en mi vida personal y profesional decidí ser Gladiadora y no esclava de mis circunstancias.
Esta decisión hoy adquiere más fuerza que nunca, cuando el Covid-19 entra en nuestras vidas, en nuestras familias, en nuestras empresas, en nuestro sistema, sin avisar, sin pedir permiso y nos paraliza de forma inmediata, es entonces cuando aparece un escenario incierto delante de nuestra realidad y aflora el alma de lucha del verdadero gladiador.
En este momento de parón forzoso, hay un antes y un después en nuestro sistema. El mundo ya no va a ser igual, nos ha frenado en seco una pandemia mundial.
En un escenario como el descrito, desde la visión de mis gafas y mi experiencia, el éxito se encuentra en reflexionar sobre lo que nos está sucediendo, desaprender modelos de actuación, de gestión, de actitudes anteriores y abrazarse a nuevos enfoques y pasar a la acción, gestionando este nuevo cambio desde una nueva mirada.
Una mirada apreciativa, una mirada que ponga foco en el activo más importante de nuestras organizaciones: las personas. Sin nuestros equipos de colaboradores no podremos desarrollar la gestión de cambio que este momento requiere de forma urgente.
Nos hemos dado cuenta que las tecnologías, los grandes avances y desarrollos, no tienen ningún sentido sin las personas y la clave está en la gente que pertenece a nuestras organizaciones.
Nuevos enfoques que nos lleven a trabajarnos internamente desde nuestro núcleo positivo, desde nuestros programas, creencias, donde nuestra forma de expresarnos y comunicarnos nos lleva a trabajar nuestras propias realidades.
Es importante dar rienda a nuestras reflexiones ¿qué estamos aprendiendo en estos momentos?, a nuestros objetivos, a nuestros sueños, lo que nunca nos hemos atrevido a hacer, por la fuerza de la costumbre, por la rueda social, por el que dirán…
Es el tiempo en el que los líderes transformacionales, los gladiadores, tenemos la responsabilidad de cambio. Un cambio que nos fuerza a la re-programación de nuestras mentes, de nuestros sistemas anteriores, a la reinvención, a la innovación.
Nos “exige” buscar nuevas fórmulas de aprender y así adecuarnos a la nueva forma de vida que nos espera en un futuro inminentemente distinto.
La vida nos está dando varias semanas para parar, es el momento perfecto para reflexionar y para ilusionarnos ante los cambios inminentes, depende de nosotros cómo va a ser el nuevo mundo, de tomar la iniciativa, a pesar de la realidad que estamos viviendo y pasar a la acción en la nueva atmósfera que vamos a desarrollar.
Aspectos que considero interesantes a validar en este nuevo mundo, como líderes, como individuos, desde la responsabilidad de ser “constructores de nuestra nueva catedral”, son los siguientes:
- Trabajarnos a nivel interno (Autoconocimiento), reflexionar a nivel personal quiénes somos y quiénes queremos ser.
- Buscar nuevos enfoques que nos enriquezcan. Nutrirnos, poniendo foco y tomando conciencia de nuevas ideas que aporten valor para nosotros mismos y para nuestros equipos, tanto personales como profesionales.
- Cuidar el Lenguaje en nuestra comunicación interna y con los demás. “Las palabras crean mundos”
Es importante cómo trasmitir a los demás nuestra visión y crear climas de confianza y participación desde una buena sintonía para que nuestros colaboradores participen y nos den su mejor versión. - Fijarnos en las actuaciones que SÍ funcionan y aprender a introducirlas en la nueva estructura. Descubrir lo mejor del pasado para que nos acompañe a un futuro desconocido.
- Plantearnos preguntas en la dirección positiva para sacar lo mejor de nuestros equipos. “Las personas se transforman en la dirección de las preguntas que se les plantea”
- Estar muy atentos y prestar atención en lo que nos bloquea, en lo que no nos deja avanzar y entonces, será cuando podremos crear algo nuevo y algo significativo para cambiar el rumbo de nuestras organizaciones y de nuestras vidas.
- Tener en mente “una salida lateral”. Mi mentor y referente de vida, siempre me lo indicaba y hoy es una máxima a ejecutar. Es tiempo de reinvención, de flexibilizar y de tener otras alternativas para dirigir a nuestros equipos, puede ser la digitalización de nuestros negocios, la internacionalización, la adecuación de nuestros productos o servicios hacia unos nuevos valores.
Finalmente considero fundamental RECONOCER, VALORAR Y APRECIAR el trabajo de nuestros equipos y esto lo podemos trabajar a través del agradecimiento. Cuando agradeces, valoras lo que tienes y consigues que tus colaboradores, las personas que te importan, se sientan bien y sigan aportando.
Tenemos un gran desafío por delante y nuestro gran compromiso, entiendo, que es construir un futuro mejor entre todos.
Un futuro con menos miedos, un futuro más imaginativo, más creativo, enfocado a escucharnos más, a ser más conscientes a nivel personal y a nivel colectivo del entorno en el que estamos inmersos, del aire que respiramos, de las personas con las que estamos conectados, de co-crear diferentes formas de avanzar.
Los esfuerzos por mejorar haciendo lo mismo de siempre han alcanzado su límite y ya no son suficientes. Estamos ante un cambio de etapa que requiere nuevas capacidades e ilusión para alcanzar nuevos sueños.
“Sé el cambio que quieres ver en el mundo”. Gandhi.