Bitcóin para empresarios dummies
Los bitcoines, esos grandes desconocidos. La divisa online que no es moneda lleva desde 2009 luchando por introducirse en nuestro sistema financiero. Y lo está consiguiendo.
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Optar por trabajar con bitcóin puede facilitar mucho la vida de los ecommerces, de los clientes y de empresas que trabajan con grandes transacciones de dinero a nivel internacional. Pero todavía es demasiado pronto como para normalizar su uso. Principalmente por la falta de conocimiento acerca del tema.
El bitcóin es un concepto que unifica las divisas y las redes de pago. Es decir, no es solamente una moneda online, sino que también es un programa de transacción como son Paypal o VISA. “Los bancos, las entidades de tarjetas de crédito o los proveedores dan muchos giros: ellos hacen la transacción de cualquier movimiento monetario en nuestra vida, pero con bitcóin no les necesitamos”, explica Roger Ver, emprendedor de bitcóin en el documental La Revolución del Bitcóin (2017).
Esto puede sonar alarmante para cualquier empresa bancaria y financiera pero, si jugamos con una adaptación progresiva y temporal, no tiene por qué afectar a nuestra empresa. Cada uno ha de reinventarse con los bitcoines ya que no tienen ningún límite.
El bitcóin es conocido como una criptomoneda. Para entender bien cómo funciona tenemos que imaginarnos el proceso de envío de un correo electrónico: cuando le mandamos un email a alguien, desde que sale de nuestro servidor hasta que llega a su destinatario, se crean distintas copias en la red.
Pero con el dinero no se puede hacer lo mismo ya que sería un caos gravísimo difícil de controlar. Es por ello que el bitcóin lleva un mensaje encriptado que sólo puede descifrar el emisor o el receptor de la transacción. Así, aunque se creen distintas copias en la red, es imposible duplicar o perder el dinero. Los mensajes encriptados viajan por la red hasta su destinatario sin tener que utilizar empresas intermediarias.
Ventajas y desventajas de trabajar con bitcóin en tu ecommerce
Actualmente el bitcóin se encuentra entre una fina línea que separa la brillantez y el peligro de ser timado. Dependerá del usuario cómo gestionar su información para que esto no ocurra. “En comparación con las tarjetas de crédito con las que el pago al establecimiento tarda 40 días, con bitcóin nos llega en el momento. Esto nos facilita las operaciones”, puntúa Max Wright, inversor en bitcóin y escritor.
La principal ventaja es la encriptación de las transacciones. Esto garantiza una seguridad absoluta si los datos encriptados se guardan bien. Además de que podemos transferir dinero a cualquier parte del mundo sin ningún coste ni intermediarios. Esto no solo beneficia a las empresas privadas, si no a las distintas administraciones estatales o a las organizaciones internacionales que trabajen en distintos países a la vez.
Muchas veces cuando queremos hacer un micropago por internet nos cuesta más la transacción que el propio producto a comprar. Con los bitcoines esto no pasa ya que no hay ningún tipo de cobro adicional. Además, con un teléfono móvil puedes acceder a Bitcóin desde cualquier parte del mundo. Esto puede facilitar la participación de personas que no tengan cartera ni tarjeta dentro de la economía global.
Como más ventajas encontramos que las transacciones no se pueden devolver, podemos garantizar nuestro anonimato y la transparencia de las actividades es total ya que queda archivada en un registro de libre acceso. Pero ¿qué pasa con aquellos fraudes y timos tan conocidos con los bitcoines?
“La gente tiene que ser conscientes de que eres totalmente responsable de lo que le pase a tu dinero. Si te roban los códigos, has perdido tu dinero y no se puede reclamar”, explica Wright. Hemos escuchado, leído y visto historias de fraudes y fracasos dentro del mundo del Bitcóin: el hundimiento de Maom Cocks, las estafas de intercambio de bitcoines a pie de calle y los ataques de hackers que desencriptan códigos de carteras virtuales… Pero ninguno de estos sonados acontecimientos tienen una alta probabilidad de ser sufrida por los nuevos usuarios.
Las desventajas reales residen en el anonimato del usuario (que antes también hemos identificado como ventaja), en la volatilidad de la moneda (desde su creación ha tenido grandes subidas y bajadas de precio) y la no-regulación que hay acerca de este nuevo paradigma.
La moda de las criptomonedas
Desde su creación en 2009 Bitcóin ha sido la divisa online pionera. Pero muchas otras han aparecido en el mercado a lo largo de estos años: las criptomonedas KodakCoin, Litecoin, Ethereum, Ripple y Dogecoin están revolucionando el mercado.
¿Se acabó el dinero físico? Para nada. Lo que parecía un monopolio de bitcóin sobre el mundo financiero online ha dado pie a una nueva era de divisas en la red. Según nuestro negocio estudiaremos las ventajas y posibilidades que nos da cada criptomoneda para ajustarla a nuestra actividad económica.
Ya están naciendo aplicaciones como Blockfolio o CoinMarketCap que combinan estas divisas para que los usuarios puedan transferir sus cuentas de unas a otras. Veremos si no causan problemas como el caso de Maom Cocks. Este tipo de negocio es realmente la clave a la hora de abrirse paso en el mundo financiero online ya que no se centra en una divisa en concreto, si no que las combina todas para evitar dejarse algún fleco sin tocar.