10 acciones que ayudarán a tu negocio a recuperarse más rápido
Sea cual sea tu actividad y la situación en la que esta pandemia te haya dejado, seguro que lo que vives hoy en tu negocio no tiene precedentes.
|
Es normal sentirse paralizado. Angustiado por no saber cómo hacer frente a pagos y a compromisos adquiridos, a caídas en picado de ingresos. Pero pensar sólo a corto te puede acabar matando. Las cosas no van a volver a la normalidad dentro de unas semanas, ni siquiera unos meses.
Dicen que cuando el pescador no puede salir al mar, dedica su tiempo a reparar sus redes. Te propongo hoy que sigas el ejemplo de quienes acostumbran a lidiar con inesperados parones. Y te aporto algunas ideas prácticas que tu negocio aproveche este tiempo casi muerto.
Estoy segura de que te harán salir de él mucho más fuerte.
Porque tú tienes el poder de visualizar cómo quieres salir de ésta. No pienses en los próximos 12 meses, que sin duda serán duros, sino en los próximos 12 años. Es el momento de mirar al horizonte, de pensar en el largo plazo y de construir, en un contexto que ya cambiaba a toda velocidad, un negocio más sostenible y rentable. Más adaptado a la economía digital.
Algunas ideas para empezar.
1. Identifica qué actividades dejarás de hacer para siempre
No se puede dar la bienvenida a nada nuevo sin antes hacerle sitio. Hacemos miles de cosas que, si bien fueron buena idea en su día, hoy no aportan ningún valor. Ahora que has dejado de hacerlas, podrás valorar su impacto y sabrás cuales debes recuperar en seguida y cuales podrás plantearte no hacerlo a corto plazo, o tal vez no hacerlo nunca.
2. Redecora tu propuesta de valor
Aprovecha la oportunidad de reforzarla. Focalízate en ofrecer valor a la gente de hoy y también a la de mañana con tus capacidades actuales. Y piensa también en qué capacidades tendrías que incluir en tu ecuación de reconstrucción. Dale vueltas: ¿Puede tu negocio ayudar de alguna manera en esta situación? ¿Y en los meses que vendrán?
3. Redefine las tareas de tu equipo
Si no has tenido que cerrar, lo que es seguro es que todo tu equipo está cambiando de posición tratando de que no se cuele agua en el barco. Y estará descubriendo en cada persona capacidades ocultas, o actividades que nunca pensaste que se le iban a dar o que le iban a gustar. Es momento de planificar una reorganización de la tripulación que ayude a coger velocidad de crucero tras la tormenta.
4. Rediseña tu infraestructura informática
Si aún no trabajas en la nube, ya habrás caído en la cuenta de las desventajas de no hacerlo porque te habrá sido muy difícil o casi imposible organizar el traslado de la actividad a casa. Así que ponte. Aunque no lo creas del todo, puedes seguir haciendo de manera muy eficaz todo lo que haces habitualmente con tu ordenador.
5. Organiza o crea tu base de clientes
El núcleo de la rentabilidad de cualquier negocio no son sus productos, ni sus locales, ni sus márgenes. Son sus clientes. Y en la economía digital, ningún negocio podrá arrancar sin una base de datos de clientes. Es momento de ordenar la información que tengas de ellos, de etiquetarlos en grupos de interés o por características que los definan de manera que puedas ir pensando en personalizar tu oferta. Y si no tienes nada, puedes ponerte ya a crear esa primera base de datos de clientes buscando mecanismos de ir adquiriendo poco a poco esa información.
6. Simplifica tus catálogos
Cuando las cosas se complican, menos, es más. Suelta lastre. Analiza las referencias menos útiles, las que menos margen te dejen. Haz inventario de productos, pero no para contarlos, sino para cuestionarlos. Aplica la regla del 80/20, y quédate sólo con lo más rentable. Una oferta comercial simple es más fácil de explicar y también más fácil de gestionar.
7. Mantén el contacto con tus clientes
Cuéntales qué te está pasando, explícales tu situación. Por mail, por whatsApp, por teléfono y en las redes sociales. Que sepan por qué no puedes servirles o por qué no puedes hacerlo con la calidad acostumbrada. Comparte lo que vives y comunica qué actividades eres aún capaz de mantener. Haz promociones y descuentos si te ayuda, con cuidado con comunicar pensando solo en el ingreso. Evita el oportunismo. No te lo perdonarían jamás.
8. Da tus primeros pasos en el marketing digital
Es buen momento para una reflexión que reformule tu negocio hacia un esquema de valores y relaciones que no tiene por qué coincidir con el que estás desarrollando ya en el entorno físico. Asumiendo que incluso tu cliente actual se transforma cuando navega. Nadie dijo que lo digital fuera ni rápido ni fácil. Pisar sobre seguro es dar pasos que aseguren la rentabilidad de tu estrategia digital.
9. Elabora una estrategia de transformación digital a medio y largo plazo
Haz lo que nunca tuviste tiempo de hacer. Si aún no lo has hecho, no salgas de ésta sin conocer bien a ese consumidor digital. Piensa cómo podría ser tu nueva página web, mira ese tutorial de Google Adwords, apúntate a un curso online para escribir de forma más eficaz. Ahora es tu momento de liderar: Lidera tu desarrollo para poder liderar tu empresa. Define la hoja de ruta para la transformación digital de tu negocio e incluye en tu lista de tareas esas cosas que crees que te prepararán para crecer más adelante.
10. Conecta con tu equipo y con tus clientes desde el corazón
Es el momento de las personas. De poner de verdad en el centro de tus decisiones a clientes, a proveedores y a empleados. A todos. Porque, en situaciones cómo estas donde las cosas se tambalean, lo que permanece son los valores. Cada día importa más cómo alcanzan las empresas sus objetivos, a quién benefician o a costa de qué impacto medioambiental o social construyen su oferta. Está demostrado que las marcas con propósito son más rentables. Que ayudar a tu comunidad, a crear una sociedad con más oportunidades para todos o hacer un uso sostenible de los recursos naturales resulta beneficioso para el negocio. Es el momento de ponerle foco.
Valdrán estas ideas y muchas más. Sean cuales sean tus iniciativas, es el momento de adoptar una nueva mentalidad. De olvidar todo lo que no puedes hacer y de centrarte en lo que sí puedes hacer: Buscar nuevas maneras de ofrecer valor a tus clientes y a tu equipo en este nuevo contexto.
No podemos elegir lo que nos viene a la cabeza, pero sí qué hacemos con esos pensamientos negativos que nos asaltan. Son tiempos inciertos. De angustia y miedo ante lo que vendrá. Pero son lo que hay.
Habrás tenido que parar un poco, un mucho o del todo. Ánimo y no dejes de aprovechar el tiempo que este parón te ha concedido lo mejor que puedas.