Digitalización del sector financiero
Las empresas tienen que avanzar hacia un mundo digital. Los clientes reclaman satisfacer sus necesidades en un click. Pero, ¿están los equipos financieros preparados para la nueva era digital?
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Este escenario plantea muchas ventajas, sobre todo, relacionadas con la inmediatez y comodidad. La digitalización es cada vez más sencilla para el usuario, por eso, aumenta la apuesta por esta vía para realizar los servicios y cubrir las demandas facilitando el día a día.
El cambio conlleva más competitividad y en este sentido es importante lograr la diferenciación y ofrecer un servicio que evolucione en todos los aspectos para mantener al cliente. Hoy, cualquier servicio financiero puede vivir en el mundo digital y estar a la altura de las empresas puramente tecnológicas. Este tipo de empresas se han consolidado con fuerza en el último año. Su meta es ayudar a los clientes a cubrir unas demandas que, en ocasiones, las grandes no suplen.
Las compañías tienen un reto con la digitalización. Las que antes se adapten y amolden al nuevo escenario serán capaces de atraer al usuario y mantenerlo, gestionando de la manera más óptima sus trabajos, aprovechando las nuevas oportunidades para reafirmarse como líderes en su campo y reforzar su propio crecimiento. Asimismo, es importante repensar el papel que quieren jugar y sus modos de trabajar porque cambia la relación con el consumidor, así como el modelo negocio.
Para afrontar este nuevo contexto tecnológico es preciso contar con herramientas avanzadas. La digitalización llega con novedades y cada año surgen y se afianzan otras en el mercado. Por ejemplo, la robotización, la inteligencia artificial o herramientas de data analytics son algunas de las que propiciarán más eficacia y calidad y revolucionarán el mundo, según un estudio sobre las finanzas en la era digital.
Entre los factores de esta transformación también destaca la dirección financiera, los responsables deben adaptarse a este cambio en todas sus variables. Tienen un conocimiento de la empresa privilegiado que les permite conocer en profundidad esas necesidades del cliente y, por ende, utilizar las últimas técnicas para lograr un trabajo más enfocado, más accesible y buscar vínculos más sólidos con el usuario para responder con éxito a sus nuevas peticiones.
Dentro de las tecnológicas, las Fintech han demostrado una nueva forma de gestionar la economía de los clientes y lo han hecho de una forma más rápida y cómoda según los propios consumidores, empleando menos dinero en ofrecer un servicio más inmediato.
Pero en este proceso hacia la era digital, estas pequeñas empresas también se pueden convertir en un aliado de las compañías financieras. De hecho, un estudio de PWC señala que casi la mitad de las entidades financieras tradicionales ya tienen algún acuerdo con estas pequeñas compañías y en torno a un 80% asegura que va a aumentar esos vínculos en los próximos años.
Los cambios obligan a estar despiertos y, dentro de las finanzas, uno de los campos que debería estar más alerta es el bancario. La capacidad de la banca para adaptarse a la nueva economía digital determinará su éxito. En concreto, es el sector que más está acercando posturas con las Fintech.
El objetivo es no perder negocio como consecuencia de la entrada de nuevos competidores que pueden poner en riesgo al mismo. La preocupación por la llegada y la consecuente consolidación progresiva de este tipo de competidores existe y muchos expertos dentro del sector lo reconocen. Los esfuerzos se encaminan ahora en actualizar sus sistemas y modelo de trabajo en pro de las tecnologías y herramientas emergentes.
Las nuevas necesidades de los clientes, la aparición y consolidación de compañías tecnológicas como las Fintech, los cambios en el mundo y la competitividad son algunos de los factores que invitan a redefinir el modelo de negocio en el sector financiero y a colocar la innovación y la tecnología en el centro de su estrategia para, finalmente, consolidarse en la era digital.